Canciones: Being Alive, de Company
Sondheim!
Company no podía terminar con un "final feliz" al uso. En parte porque el show pertenece a una manera de sentir, que comparte con películas de la época como Cabaret, El padrino, Cowboy de medianoche o Chinatown en la que los finales felices son siempre precarios. Un final feliz en la primera mitad de los setenta parecía deshonesto. Esto significa que la clausura iba a ser un problema: ¿dónde había llegado Bobby? ¿Qué había cambiado tras dos horas y media de dudas? Se intentaron varias soluciones. La primera, "Happily Ever After", que utilizaba el "vivieron felices" como cliché, pecaba de cínica, la segunda, la excelente canción "Marry Me A Little" expresaba un optimismo cauto ("casémonos, pero poco"). Pero la tercera consigue algo realmente especial: es una canción que responde a todo lo que acabamos de ver y aun así propone un camino hacia adelante.
Dean Jones, el Bobby original, en la sesión de grabación del OBC de Company
La historia de esta canción es también una buena introducción a lo mejor del musical de Broadway. Company se concibe con vocación revolucionaria pero sin la gestualidad que ello conlleva. En realidad, Furth, Prince y Sondheim estaban enfretándose a convenciones importantes en la historia del musical.
Aunque la noción de "musical conceptual" puede remontarse a ejemplos de los cuarenta como Love Life (de Kurt Weill y Alan Jay Lerner) o Allegro (de Rodgers y Hammerstein) y se consolida en los sesenta (aspectos de Fiddler on the Roof y de Cabaret), Company significa un giro importante: en algunos momentos, parece una mera revista de números aislados, no está claro que haya una "trama" lineal. Company requiere una mirada activa, requiere que, desde la propia experiencia, el espectador encuentre el modo en que las piezas tienen juntas un sentido más profundo que por separado. Este era el desafío que proponía el número final.
Aunque hay opiniones de todo tipo, muchos coinciden en que todo transcurre en la cabeza del protagonista Bobby, soltero, el día de su 35 cumpleaños, segundos antes de una "fiesta sorpresa" por parte de sus amigos. En su cabeza se mezclan recuerdos, dudas y fantasías.
Parece ser que una idea central que le preocupa (el "concepto" en torno al que gira el show y que centra las escenas) es la de "estar en pareja". Así, Company es un poliedro de escenas, de cronología algo imprecisa, que ilustran el tema de la pareja, como si se tratase de un debate con propuestas matizadas, contradictorias.
Pero si en el sonido, en la actitud, en la visión y en la aproximación a la narrativa se hacen cosas originales que confundían al espectador de 1970, Company sigue necesitando una clausura, y la clausura es una de las convenciones más sagradas de cualquier texto con aspiraciones populares: el espectador exige un final incluso cuando disfruta de un texto que no puede tenerlo. Un show, un libro, una película, incluso una serie de televisión, tiene que acabar. Y en ese punto hay que hacer algo. Si no hay un intento de atar cabos y poner un final a la cuestión, el espectador seguirá dando un peso importante a los últimos momentos.
Adrian Lester en la producción de Sam Mendes en el Donmar Warehouse (1996)
O uno toma control de la clausura o el musical parece simplemente detenerse de manera insatisfactoria: el control de la clausura orienta el sentido del show. Y una cosa es que el show pueda no tener trama, pero lo que no podemos consentir es que su significado sea totalmente anárquico.
Con el número final volvemos al principio: Bobby a la espera de su "fiesta sorpresa". Cualquier cosa que se diga en este momento, cualquier canción, va a tener que soportar el peso de significado del musical, más incluso que en otros ejemplos, ya que debido a la ambivalencia del show aquí las dudas son mayores. La tragedia puede ser catárquica pero el cinismo que dejaban ver los intentos anteriores tiende a ser insultante y no conviene insultar cada noche al público de uno.
Sondheim siempre compone para situación y pertenece a la tradición de Broadway en que se cree más en la colaboración estratégica y en lo práctico que en la mera expresión de los sentimientos. Sabe que nuestros sentimientos no son siempre lo que mejor habla de nosotros, que la dramatización es esencial y que, en último término, un mensaje necesita un público.
Y con "Being Alive" consigue el equilibrio perfecto entre la ambivalencia que la obra sugiere y la esperanza que sus espectadores esperaban. Bobby sintetiza al principio del número sus reservas (las de la obra) frente al emparejamiento con esta frase, esencial para entender "Being Alive": "What do you get?" (que enlaza con "la puerta" que abre su conversación con Joanne en la escena anterior), es decir, "¿Qué consigues viviendo en pareja?" y lo que sigue es una tentativa de respuesta a esa pregunta.
La versión de Raúl Esparza para la producción de John Doyle del 2006 aportaba gravitas.
La canción empieza con frases negativas, casi titubeantes que representan las dudas del Bobby que hemos conocido a lo largo del show: es el Bobby que muestra su desconfianza hacia las parejas. Su veredicto inicial frente a lo que ha ido viendo a lo largo de Company es el siguiente: "Someone to hold you too close / Someone to hurt you too deep/ Someone to sit in your chair/ And ruin your sleep"
Nótese la misantropía de Bobby: la pareja es alguien que te
tiene “demasiado” amarrado, que te hace “demasiado” daño, que se sienta en tu
sillón, que te amarga el sueño. Nótese también que en la primera estrofa la
frase del título, “Being alive”, estar vivo, no aparece: la respuesta a las dudas de Bobby no viene dada a priori, hay que llegar a ella, hay que ganársela.
“Estar vivo” es algo que en realidad se opone a esta negatividad. Una interpretación dramática de la canción ha de respetar este silencio, punto de partida del arco, la que Bobby siente a lo largo de la canción. El título es la revelación, la epifanía de Bobby al final de Company: que las relaciones tienen sus problemas, pero son parte de la vida y son una parte que definitivamente vale la pena. Que uno no está realmente vivo si no entra en el juego.
Los amigos de Bobby actúan como coro en este momento y es importante escuchar lo que dicen en el disco (casi siempre retazos de frases pronunciadas durante la obra). Dicen algo así como “Pero hay algo más, no es sólo eso…”, aunque seguimos sin saber exactamente qué.
La producción de Marianne Elliott de 2018 en Londres convirtió a Bobby en Bobbie. El papel lo interpretó Rosalie Craig.
En la segunda estrofa sigue dando la sensación que Bobby odia el compromiso: "Someone to need you too much Someone to know you too well/ Someone to pull you up short And put you through hell..." Y sigue sin aparecer el título, ese "estar vivo" que, recordemos, los espectadores del estreno no sabían que sería la culminación de la canción y el show.
El personaje sigue bloqueado en sus reservas, en sus miedos, juzga lo que ha visto y le da la espalda. Las imágenes son algo más positivas, aunque quedan matizadas por otras cosas negativas: alguien que te necesite "demasiado", "que te conozca demasiado"... Para quien quiera trabajar la canción es importante que los "alguien" ("someone") al principio de cada verso, son una respuesta a "¿Y qué consigues teniendo pareja?".
La respuesta a la pregunta inicial ("¿qué logras") sigue sin ser excesivamente esperanzadora: lo que "consigues" es alguien que te va a hacer la vida algo más difícil. Si la segunda estrofa suaviza la negatividad de la primera, la tercera hace que en realidad las molestias de estar en pareja sean mucho menos contundentes: "Someone you have to let in/, Someone whose feelings you spare/, Someone who, like it or not/, Will want you to share /A little, a lot... "
Al fin y al cabo, dejar que alguien entre en tu vida o dejar que alguien quiera que compartas algo puede no ser tan asfixiante como se intuía al principio. Estos miedos se van haciendo más abstractos, empezamos a ver un cambio. Ahora ya no se habla de dormir o de un sillón, ahora es ya la vida o los sentimientos, y es como si Bobby empezase a ver las cosas de manera diferente.
Es verdad que igual no puedes dormir bien, pero, ¿y si eso no fuera lo que de verdad importa? La estrofa que sigue es el centro de Company, su corazón, y una revelación que algunos habréis encontrado en la vida. Sí, estar en pareja es todo lo dicho, pero también esto otro: "Someone to crowd you with love/, Someone to force you to care,/ Someone to make you come through, / Who'll always be there,/ As frightened as you /Of being alive, /Being alive, / Being alive, / Being alive "
"Being Alive", estar vivo, es la culminación de la canción, la revelación en torno a la que orbita la obra.
De hecho, hay que ver la estructura de Company no en términos lineales, sino en términos espirales: una serie de escenas que orbitan en torno a un tema y cuyo sentido queda fijado en esta frase.
En la película de Noah Baumbach Marriage Story, Adam Driver hace suyo el dilema de Bobby.

Cuando Bobby da con la frase "being alive", casi no puede soltarla: la repetición casi intoxica, es como una bocanada de oxígeno, una revelación que uno no puede menos que expresar una y otra vez.
En la siguiente estrofa, como si tratase de hablarse a sí mismo desarrolla este tema al que ha llegado de manera tan elaborada, tan tentativa. Estos momentos de la canción, la transición entre la primera parte y la segunda son capitales para el actor. Si no entiende este momento, no se entiende el personaje, se pierde el arco de la obra.
Aunque la canción ha estado hablando de cierto "someone" algo asfixiante, sólo ahora se empieza a ver a ese "alguien" como una persona, como una fuerza positiva. Siente más o menos lo que tú sientes. No es el enemigo. No es alguien contra quien tengas que luchar, es alguien con quien puedes vivir. Porque las relaciones no es cuestión de sopesarlas en términos de sus aspectos más objetivos, como en la primera estrofa. Son vida y hay que vivirla.
Se ha producido un giro crucial. Amy, una de sus mejores amigas (cuyas dudas ante el matrimonio han dado lugar a la histérica, gloriosa, "I'm Not Getting Married") ha expresado una idea, al final del primer acto, de gran relevancia en la obra: "tienes que querer casarte con una persona, no con cualquiera". Aquí aparece para recordarle que ha de pedir un deseo antes de apagar las velas de su tarta de cumpleaños.
El resto de la canción es ese deseo. Consiste de imágenes parecidas a la primera parte, las palabras y son casi las mismas, pero ahora los abstractos (y negativos) "someone" se convierten en afirmativos "somebody". "Someone" es abstracto, "sombody" es concreto, alguien a quien abrazar, no una presencia fantasmal. Un cambio que ningún traductor puede obviar:
Somebody, hold me too close/, Somebody, hurt me too deep/, Somebody, sit in my chair/ And ruin my sleep/ And make me aware/ Of being alive, /Being alive./ Somebody, need me too much,/ Somebody, know me too well,/ Somebody, pull me up short/ And put me through hell/ And give me support/ For being alive,/ Make me alive.
Lo que era miedo, prevención o cinismo de repente es deseo y esperanza.
Raul Esparza en la producción de John Doyle

El siguiente fragmento resume su epifanía, el momento crucial de la canción, y el momento que me emociona profundamente cuando esta canción se hace bien: "Alone is alone, not alive", "Solo es solo, no vivo". Es una frase misteriosa. La oposición entre "solo" y "vivo" no es automática. Uno puede estar solo y vivo. Pero la canción nos dice que se puede ir más allá: la soledad no es del todo vida. Más allá de toda abstracción, es un enunciado fuerte.
Siguen algunas imágenes negativas, pero lo importante es que ahora son deseadas y son parte de algo más importante. Los imperativos aquí nos muestran a un Bobby afirmativo: quiero eso, con vehemencia, quiero que alguien me deje confundido, alguien que se burle de mi, alguien que me utilice..... "Make me confused, Mock me with praise, Let me be used, Vary my days. But alone is alone, not alive." Estar solo es estar solo, no vivo: es lo que acaba de descubrir.
La obra conduce a esto, nos dice que a pesar de los pesares Bobby quiere entrar en el juego, dejar de ponerse obstáculos, reconocer que los momentos son mejore compartidos, cuando hay una tensión vital. Aquí la orquesta subraya el momento y la palabra "alive" está en una nota alta, a la que hay que darle el empaque y la fuerza que merece.
Es importante que el cantante reconozca el valor de esta última palabra si no quiere perder el personaje por completo. La misantropía puede ser lúcida y puede ser tentadora pero no es vida, o no lo es según la red de propuestas, insinuaciones y significados que la obra propone. A lo largo del show, Bobby ha sido poco más que un espectador, incluso sus deseos ("Someone is Waiting") eran absurdos o abstractos.
En este final, Bobby deja de ser un espectador y pasa a participar de la vida, a ser alguien que se implica. Compañìa. Es el verdadero arco que nos propone la obra.
El final de la producción de John Doyle
